Eclipses
Los eclipses son
grandes portales de transformación, donde la energía se potencia para dar paso
a la evolución. Las emociones y patrones subconscientes tendrán un papel
protagónico, mostrando nuevos caminos y formas, invitándonos a soltar heridas
profundas, junto con viejas doctrinas y creencias.
Cuando el
evento ocurre en simultaneo a la luna llena, la energía lunar se
potencia, intensificando su impacto emocional y energético.
Las
semanas previas a este fenómeno, suelen traer consigo días de mucha ansiedad,
donde, la mente busca trabajar anticipadamente con ciertas temáticas,
intensificando esa labor durante el suceso. Esta etapa suele ser muy
reveladora, y está acompañada de eventos o situaciones que traen consigo mucha
información.
Durante
un eclipse lunar, que se da cuando la Tierra se interpone entre el
Sol y la Luna, las emociones y los sucesos, que acompañan las semanas previas,
se potencian, la energía alcanza su máxima intensidad, el cuerpo, la mente y
las emociones manifiestan sus deseos e incomodidades con fuerza y claridad.
La
energía de los días posteriores al mismo, nos pide integrar esa información
reveladora. Son tiempos para procesar, asimilar y trabajar todo lo que sale a
la luz en las etapas anteriores. Es un período que nos invita a tomar
decisiones, asimilando todo lo que trajo el eclipse.
Cuando un eclipse solar ocurre,
la luna oculta completamente al sol, y, se considera que son momentos de cambios,
donde la energía suele ser poderosa para la introspección, el trabajo con la
oscuridad del Ego y la espiritualidad. En muchas ocasiones, nos da lugar a la
limpieza de patrones y doctrinas con las cuáles no resonamos. Se muestra con
claridad aquello que nos limita, pero que nos encuentra dentro de nuestra “zona
de confort”, para qué, con dicha información, nos liberemos de lo que nos
recorta para encajar. Salir de nuestro propio “lugar seguro”, es ese salto de
confianza que nos dará espacio para encarar el nuevo camino.
En este tipo de eventos las energías que se manifiestan, nos invitan a cerrar aquellos espacios, vínculos,
actividades y formas que nos cuestionan cuando realmente nos sentimos
auténticos. Antes, durante y después, el trabajo espiritual, está relacionado
con la trasmutación de viejas heridas, el cierre de etapas y la evolución de
todos nuestros cuerpos.
Más allá de las diversas creencias
religiosas, culturales y espirituales, los eclipses lunares y solares, son una
invitación a mirar hacia nuestro interior y cuestionarnos profundamente. Vienen
a recordarnos que los cambios son inevitables y que permanecer estáticos solo
nos limita. La transformación es una parte natural de esta vida, soltar
patrones y heridas del pasado, nos abre espacios, nos da lugar para sumar lo
que nos potencia y nos permite evolucionar con cada experiencia.