Neptuno tarda 164 años en dar la vuelta completa al zodíaco, rige al signo de Piscis, se lo asocia con la médula espinal, los procesos mentales, nerviosos, el tálamo, y, su arquetipo en la mitología griega, es conocido como Poseidón, quien gobierna todas las aguas y mares.
El 30 de marzo del 2025 se movió de Piscis a Aires, finalizando su ciclo planetario, comenzado en 1861, esto significa, que ninguno de los presentes hemos experimentado la energía de este planeta en Aries, por lo que, sin dudas, marca el inicio de una nueva era para la humanidad. Desde el 30/3/25 al 4/7/25 permanecerá en este signo, luego estará retrógrado en piscis hasta el 10/12/25 que se pondrá directo, entrando definitivamente a Aries el 26/1/26, para quedarse allí hasta el 2038.
La energía neptuniana nos propone la empatía con lo universal, con todo aquello que podemos experimentar más allá de nuestros 5 sentidos, esta vinculada a: lo inmaterial, lo etéreo, la espiritualidad, los sueños, la intuición y la sensibilidad. Nos recuerda que todo está interconectado, aunque no podamos verlo, todos sentimos lo mismo, cómo las bandadas de pájaros o los cardúmenes de peces, que van en la misma dirección sin una señal aparente, cómo si fuera una reacción instantánea e inconsciente de la manada. Por ello, se lo conoce como el planeta de los sueños, las ilusiones, de aquellas conexiones intangibles, al punto de confundirlas con una fantasía; es una energía donde los límites, los bordes y las estructuras, se esfuman.
Desde el año 2011, hasta la actualidad, permaneció en el signo de Piscis, donde se sintió como en casa, invitándonos a explorar nuestro mundo interno, a hurgar en nuestras emociones, a darle lugar a nuestra espiritualidad y creatividad. Si bien, esta energía nos permitió conectar con nuestra sensibilidad y captar esa información sutil, que muchas veces se hace invisible, también, creo qué, pudo empujarnos a idealizar vínculos y situaciones y a evadirnos de la realidad, llevándonos a la quietud.
Aries, al contrario de piscis, es un signo de fuego, el primero del zodíaco, y esta relacionado con la acción, la valentía, la motivación, la autonomía y la determinación. Su energía nos inspira, nos alienta a crear desde la autoconfianza, a tomar riesgos y a movernos por conseguir lo que deseamos. Su arquetipo es la cabra, animal qué para conseguir alimento es capaz de trepar lugares insólitos y acceder a lo inaccesible. El tránsito de Neptuno en este signo de fuego, marca el fin de una Era más introspectiva y pasiva, a otra espontánea y activa.
Este tránsito es un invitación para comenzar a construir el futuro y a materializar lo que venimos ideando. Impactará globalmente en materia social, pidiéndonos dejar atrás la pasividad para poner en marcha aquello que soñamos durante años. Es un periodo que nos pedirá romper con las limitaciones impuestas, individual y colectivamente hablando, es hora de perder el miedo, o de agarrarlo fuerte, y así, dar el primer paso hacia la concreción de nuestros anhelos. Neptuno en Aries, en plena era acuariana, traerá un cambio en la forma de ver el mundo, en la manera de tomar decisiones y en nuestras aspiraciones. Nos invita a soñar, sin perder la conexión con la realidad, a trascender desde nuestra propia identidad, para conectarnos con un todo, a dejar esos lugares y/o personas que sostenemos por pura idealización, a trasmutar nuestras creencias extremas y fanatismos, para así, conectar con nuestro lugar y misión, en este Universo.
Fuente: El gran libro de la Atrología – Derek y Parker.
Astrohología – Maiorana y Luna.
Revistas astrológicas – Centro astrológico de Buenos Aires – Dirigido por Eloy Dumón.
1 comentario en “Neptuno en Aries”
Que interesante y bello! Gracias por compartir 🙏